Más allá de sus capacidades de dispersión, la cera de polietileno ofrece varios otros beneficios que tienen un gran impacto en el proceso de producción y la calidad del producto final. Una de las principales ventajas radica en su capacidad para mejorar la procesabilidad. La cera actúa como lubricante, reduciendo la fricción entre las partículas de polímero durante la extrusión, el moldeo por inyección u otros métodos de procesamiento. Esto da como resultado una producción más fluida y eficiente, minimizando el tiempo de inactividad de la producción y mejorando la eficiencia de la fabricación.