Una de las principales razones de la adopción generalizada de lubricantes éster es su rendimiento superior en condiciones extremas. Su alto índice de viscosidad y su excepcional resistencia a la descomposición térmica garantizan un rendimiento constante tanto a altas como a bajas temperaturas. Esta característica los hace ideales para aplicaciones en motores de aviones, turbinas de gas, trenes motrices automotrices y maquinaria industrial.